Aquella mirada llena de odio me hizo estremecer, esta vez no podía ceder, si lo hacía habría perdido para siempre. No, ya no. Mi ritmo cardiaco se volvió más acelerado, todo aquellos sentimientos reprimidos durante años, todas aquellas lagrimas contenidas cuando la sangre fluía sin mi propio consentimiento, todo se descargo a partir de aquel arañazo con que herí desde sus mejillas hasta sus ojos, obligandola a cubrirse el rostro.
Pude respirar de nuevo.
Trate de correr pero me sujeto la pierna con una de sus manos. Caí. No quería morir, no estaba lista para morir, aunque ahora que lo pienso ¿alguna vez llegamos a estar listos para ello? Tome el objeto más proximo y le golpee la cabeza, quedo tendida en el suelo tratando de asimilar aquel dolor. Le había pegado con el metal de la pala. Debí haberme ido mientras ella trataba de reponerse, pero no lo hice. Termine de levantarme y volvió a golpearla. Una, dos, tres, cuatro, acabé perdiendo la cuenta, simplemente quería que sintiera lo que sentí, que gritara, que pidiera piedad, y grito, y pidió piedad pero tal como ella hizo conmigo, no la escuche. Por un momento sentí que habíamos intercambiado papeles, hasta que vi aflorar en sus ojos un líquido salado y cristalino, lagrimas, enfurecí más aun, ahora le daba con más fuerza que antes.
Seguí golpeandola hastaque me canse, no podía continuar. Me deje caer sobre mis rodillas, jadeante, más calmada, tiré la pala a un lado y apoye mis manos en el suelo, las sentí extrañas, las miré llenas de sangre. Mi vestido, el suelo, la pala y obviamente su cuerpo frío e inerte estaban cubiertos por sangre, no me di cuenta en que punto la asesine, ni siquiera podía creerlo ¡¿cómo había hecho yo aquello?! Comencé a retroceder hasta que me vi en un rincón, estaba horrorizada ante mi propio crimen.
-¿Esta todo bien ahí, Cassandra?- escuché insistentes golpes en la puerta, lo peor era que no parecía ser uno, sino varias personas.
-Escuchamos gritos ¿paso algo?- maldita sea. Efectivamente eran varias personas.
-¿Cassandra? ¡¿Cassandra?!- finalmente abrieron la puerta por la fuerza y los pasos se dispersaron por toda la casa, algunos llegaron a donde estaba. Debía huir. A unos pasos de mi estaba la ventana. Con el corazón lleno de panico y las manos temblorosas pude levantarla, la mitad de mi cuerpo ya estaba afuera cuando la puerta se abrió. Varias miradas se posaron sobre mí para pasar después al cadaver de mi madre. Por que, si, era el cuerpo de mi madre a quien había asesinado instantes atras.
-Dios mio- se escapo de la boca de una mujer de aquella multitud.
-¿La encontraron?- el resto de la gente se aproximo al cuarto.
-Por todos lo cielos- espetó quedamente un muchacho.
-¡Es un demonio! ¡atrapenla!- algunos trataron de evitar que saliera, otros salieron de la casa para perseguirme por el bosque.
"¡Asesina!", "¡Demonio!", "¡Bruja!", y de otras mil formas me llamaron mientras me daban caza. Corrí con todo lo que mis piernas me permitían, pero aun así sentí que me estaban alcanzando, despupes de un rato sentí que iba a llegar a mi limite, volteé para ver que tan cerca estaban pero cuando lo hice caí de senton, al volver la vista al frente vi con temor una figura oscura, de ojos negros y una blanquisima sonrisa malevola, sentí otra presencia del mismo tipo tras de mi. Después de eso no recuerdo más, perdí el conocimiento mientras sentía un golpe en la nuca.
Es gracioso que hubiese quedado tan horrorizada al ver la escena de mi sadico crimen sin saber que luego de este vendrían otros cientos más.
¿En qué epoca esta ambientada? En una en donde todavía había bosques jajajaja
A decir verdad es un fragmento de una historia más larga.
Ahí se los dejo
Debí publicar en martes, pero pues apenas llegué y tantito después llego el miercoles, ni modo
Depra